Expediente Rocco en tarrio.Liceo1-Rocco1

Alex, Dubra, Juffé, Diego, Nano, Pippers, Popper, Carlos, Toni, Ángel, Michi, Tron, Jordi, Juan V., Sopelana, Iván, Meni, Bouzas y Saúl... además de Eloy, expectador de lujo, conformaron los 19+1 Roccenses que estuvieron presentes. Inconcebible. Y todos juntos, y por la mañana de un domingo... ¡y llegamos antes que el contrario!, ¡¡¡y jugamos con un jugador más medio partido!!!... En la foto se ve claramente como el mister medita, preocupado, sobre que hacer con tantos jugadores.
El partido no tiene mucho de lo que hablar, de hecho el 76% de los Roccenses estuvieron presentes, lo cual hace, muy posiblemente, que el 100% de los lectores de la web del equipo tengan sus propias opiniones de primera mano.
La primera parte quedo marcada por el gol en el primer minuto, la Rocco es como un tractor diesel, arranca mal en frío, y acelera lentamente. Todo esto condicionó el peculiar correcalles Roccense , que no termino más que en continuas aproximaciones y pocas oportunidades. Los del Liceo se revolvían como gato panza arriba, y se mostraron capaces de trenzar peligrosas aproximaciones que pusieron nerviosa a nuestra defensa, no obstante, finalizando la primera parte cometieron la estupidez de querer amarrar el resultado, y una doble obstrucción a sendos saques de falta,les costó dos tarjetas amarillas a uno de sus jugadores, dando lugar a una de las expulsiones más absurdas de la historia.
Cierto cambalache confuso precedió al pitido del árbitro. La pausa dio tiempo al mister para pensar, hacer las cuentas, y soltar para la segunda parte, algunos de sus ases y comodines. El comienzo de esta supuso el dominio Roccense. Jugar con uno más es algo a lo que no están acostumbrados los nuestros, pero el gol del empate llegó, de una forma que desconozco, de los pies de Ángel.
El partido no fue a mejor para nosotros, y los del liceo poco a poco ganaron terreno, igualando la contienda en un toma y daca estéril para ambos bandos. Un tiro al larguero de Iván o la jugada final de Pippers en un mano a mano con el portero, justo antes del pitido final, pudieron haber inclinado la balanza a nuestro favor, pero no seríamos creíbles ni honestos, si dijésemos que eso hubiese sido justo. Sumamos un punto con el líder (ex-lider), con eso nos quedamos.