Levantose sin niebla el domingo
Presto el campo a la batalla estaba
Los vestuarios ruinosos abiertos
Y las botas firmemente anudadas.
Enfrentábanse a enemigo despiadado
Con el que otrora hubieron perdido
El Tranvía en el mejor de los casos
Siempre a la Rocco trae peligro.
Estaban las filas del equipo mermadas
Dispuestas a enfrontar el desafío
Jordi apostó a los once en le campo
Engalanados con los nuevos atavíos.
Encendidos los ánimos de batalla
Dispuestos todos, a ganar el partido.
Comenzose tras el silbato del árbitro
A repartir estopa, sin armar mucho lio.
Pasaban lentos los minutos
cada cual más aburrido.
Y el peligro traidor llegó a la meta
Que Alex evitó con poderío,
Pero la suerte le fue esquiva
Y la desgracia de nuevo vino,
Un balón que parecía inocente
Fue gol por un rebote perdido.
No decayó el ánimo Roccense ni gastose
más de un minuto en lloros o lamentos,
Quizás si fueron uno o dos de quejidos,
Pero poco duraron los descontentos,
Por el estreno de un recién venido
Ya que al poco tiempo empató Prego
Dejando al personal sobrecogido.
Aprovechando una falta sobre Diego
con gol largo de centrochut maligno,
que ni en sus buenos tiempos Bakero.
hubiese un tanto así conseguido.
La segunda parte retomó lo hecho
Con refrescos que dieron más brío
Con fuerza siguió el juego certero
El mismo carácter ofensivo y arisco.
Parecía en la banda el partido correcto,
Que era cosa de seguir con lo visto,
Para dar el golpe de gracia postrero.
Más una jugada duchamente hilvanada
Del enemigo Tranvía, siempre al acecho
Torno de vuelta a aquellos fantasmas
De un nuevo partido deshecho.
Viose la pulcra insignia Roccense pisoteada
Rique iracundo, otro también de los nuevos
Recogiola embarrada del mismo suelo
Y sin demora alzola con una fuerte patada
Que hizo el marcador algo más bueno,
Pues cansados estaban, no contentos
Los roccenses con la marca alcanzada.
Mientras, llegaba el final del encuentro
la suerte echada para los suyos y nuestros
Cuando Carlos que retornaba a las filas
Cabecea envenenado, un balón al larguero.
Pero la hechura del tiempo es finita
Y no dio más oportunidades al juego,
Y es que el tiempo terminado estaba
Sonó el silbato de la parca de negro,
Y a las duchas todos se fueron en fila
Con un empate de esos por los pelos
Que a la Rocco sabe a victoria perdida.
Presto el campo a la batalla estaba
Los vestuarios ruinosos abiertos
Y las botas firmemente anudadas.
Enfrentábanse a enemigo despiadado
Con el que otrora hubieron perdido
El Tranvía en el mejor de los casos
Siempre a la Rocco trae peligro.
Estaban las filas del equipo mermadas
Dispuestas a enfrontar el desafío
Jordi apostó a los once en le campo
Engalanados con los nuevos atavíos.
Encendidos los ánimos de batalla
Dispuestos todos, a ganar el partido.
Comenzose tras el silbato del árbitro
A repartir estopa, sin armar mucho lio.
Pasaban lentos los minutos
cada cual más aburrido.
Y el peligro traidor llegó a la meta
Que Alex evitó con poderío,
Pero la suerte le fue esquiva
Y la desgracia de nuevo vino,
Un balón que parecía inocente
Fue gol por un rebote perdido.
No decayó el ánimo Roccense ni gastose
más de un minuto en lloros o lamentos,
Quizás si fueron uno o dos de quejidos,
Pero poco duraron los descontentos,
Por el estreno de un recién venido
Ya que al poco tiempo empató Prego
Dejando al personal sobrecogido.
Aprovechando una falta sobre Diego
con gol largo de centrochut maligno,
que ni en sus buenos tiempos Bakero.
hubiese un tanto así conseguido.
La segunda parte retomó lo hecho
Con refrescos que dieron más brío
Con fuerza siguió el juego certero
El mismo carácter ofensivo y arisco.
Parecía en la banda el partido correcto,
Que era cosa de seguir con lo visto,
Para dar el golpe de gracia postrero.
Más una jugada duchamente hilvanada
Del enemigo Tranvía, siempre al acecho
Torno de vuelta a aquellos fantasmas
De un nuevo partido deshecho.
Viose la pulcra insignia Roccense pisoteada
Rique iracundo, otro también de los nuevos
Recogiola embarrada del mismo suelo
Y sin demora alzola con una fuerte patada
Que hizo el marcador algo más bueno,
Pues cansados estaban, no contentos
Los roccenses con la marca alcanzada.
Mientras, llegaba el final del encuentro
la suerte echada para los suyos y nuestros
Cuando Carlos que retornaba a las filas
Cabecea envenenado, un balón al larguero.
Pero la hechura del tiempo es finita
Y no dio más oportunidades al juego,
Y es que el tiempo terminado estaba
Sonó el silbato de la parca de negro,
Y a las duchas todos se fueron en fila
Con un empate de esos por los pelos
Que a la Rocco sabe a victoria perdida.
Próximo encuentro:
01-nov | 16:30 | CARNOEDO | TREBOBAR | ROCCO MAGALÍ |