20 marzo 2007

Con diez basta. Rocco 4-A’grade 0

"Nada es fácil con la Rocco". Esta frase, jornada tras jornada, se revela más central en la filosofía Roccense, pues si en este partido nos enfrentábamos a los últimos -con los que habíamos empatado a dos en la pasada vuelta- la Rocco necesitaba rizar el rizo, complicar aun más lo complicado. Tenía que superar en agónico al partido anterior.
Con el pitido inicial, había nueve en el campo. Como en la legendaria batalla en las Termópilas, Jordi, a modo de Leónidas, capitaneaba un ejercito escaso frente a un ejercito persa incontable, la media de altura de los de A’Grade era muy superior a la Roccense, y ellos aún parecían muchos más, la batalla era aparentemente desigual.
Con el pitido inicial, las botas roccenses se clavaron en el duro terreno, los músculos se tensaron y una sonrisa displicente se marco en el rostro de los de granate, “la victoria será nuestra”.
En este partido, Tron defiende la meta, una guardia pretoriana lo envuelve: Nano, Jordi, Toni y Ángel. Adelantados como hoplitas, Alberto, Pippers, que cierran sus puños sobre los imaginarios arneses del escudo y la reseca madera de la lanza, en punta, Iván irreductible y Juan Vidal.
Cmienza el juego. No hay timidez en el choque, sin miedo, los roccenses cargan cuerpo a cuerpo, Jordi refrena a las huestes, queda demasiado partido, pero aun así, A’Grade parece estremecida por ver sus ataques rechazados con tal contundencia. Al poco rato los Roccenses ven la llegada de refuerzos, Popper y Juan aparecen por el desnivel en el que está la entrada, “¡hay que resistir!”. El partido está igualado. Entra Juan y las lineas cambian, Ángel puede dejarse caer hacia la delantera y Juan ocupa el puesto de interior derecho. Por unos minutos, los diez Roccenses aplastan las lineas contrarias. Al igual que los griegos contra los persas de Jerjes, se respira la preocupación de los contrarios. Popper entra en juego. Ahora el partido está equilibrado, la Rocco no tiene cambios pero tampoco es que los tenga habitualmente, con esta justicia se conforma y se sobra.
El dominio es completamente Roccense, el ánimo está alto pues tienen la moral suicida de nueve, y la presencia física de once. Poco a poco la espada se aproxima al cuello de A’Grade. Pero... nada es fácil con la Rocco. Juan es placado por un contrario, que golpea su pierna sin espinillera, el golpe es más por falta de coordinación que por mala intención, pero eso no le sirve de excusa a Juan, de espíritu inflamable, a todos los allí presentes nos quedo muy claro que la madre de aquel Adegueño trabaja con vida disoluta en las noches luminosas y torridas de La Parrocha Dorada, y el arbitro, al acecho como Efialtes aquel histórico traidor a los griegos, lo expulsó con una roja directa. El desánimo se cruza como una sombra por los rostros de los de granate, de nuevo en inferioridad, y durante todo un partido. Pero aun podía haber sido peor, Popper tenía la mirada inyectada en sangre, el ceño fruncido de la venganza, amenazó y cumplió su amenaza, una espectacular entrada hizo volar por los aires al agresor en la siguiente jugada y todos nos temimos quedarnos como al principio. Si había sido expulsión lo de Juan, no podría ser menos lo de Popper, pero quizás la mala conciencia del árbitro por su primer error, condujo a aquella situación que propició su segundo error, no podemos decir que compensase pero al menos no continuo perjudicando.
El juego de los nuestros se desinfló, y de repente apareció, por unos instantes el desánimo. Y la primera parte concluyó.
En el banquillo cundía la desesperanza, la capacidad goleadora de la Rocco era cuestionable, y con diez, la cosa parecía difícil. Aun así, algunos sosteníamos, con entusiasmo irracional, que un gol sería la llave para la victoria, ya que el peligro para nuestra portería había sido inexistente.
El descanso permitió a los cuerpos extenuados recargar de glucosa el torrente sanguíneo, y recobrar el ánimo. Los diez salieron como una apisonadora. A los cinco minutos nadie podría decir quienes eran los que jugaban en desventaja. Si los griegos mataron a 20 persas por cada muerto propio, los roccenses se multiplicaron como la plaga de langosta, poco a poco, en lo que parecía una absoluta locura, las líneas roccenses se transformaron en una pirámide invertida en cuyo vertice estaba Tron, aburrido y bostezante. Iván empezaba a aceptar con resignación su falta de acierto para culminar sus jugadas cuando, estampa un tiro rabioso en el larguero, como un fantasma, Nano surge entre las filas Adegueñas y cabecea con brutalidad. El grito de gol resuena temible. Agrade, que no pierde la moral comienza a darse cuenta de que el fin será inevitable. En nuestra defensa ya solo quedan Nano y Popper que como Escila y Caribdis dan mal fin a todo inoportuno viajero que se aproxima a sus dominios. Jordi se queda en una posición de transito, apoyando el medio o la defensa según se tercie, distribuye juego, recoloca las lineas, exhalta a las huestes, Toni, desatado de sus obligaciones, corre la banda como antaño, pies ligeros y disparo letal, Ángel igualmente se siente libre y hace valer su condición de Juggernaut bajo cuyas ruedas los Agradenses se lanzan buscando la muerte. En uno de los múltiples ataques, Ángel mete un balón que rebasa al portero despacio, Iván muy atento y cerca se desentiende de el para no provocar el fuera de juego, el dos a cero ya no admite dudas.
El medio campo se convierte en una pesadilla, Alberto cual coloso demencial aplasta a todos los que por allí se atreven a pasar y desvía las corrientes de juego hacia las bandas, una muerte igualmente segura. Pippers fuera de si, caracolea, regatea, se revuelve insultante y provoca el peligro en cada ataque. Y entonces llega el premio para Iván, delgado, consumido por la avidez del gol, cruza un zapatazo que esta vez rebasa al portero inmisericorde hacia el fondo de la red, el tres cero no es más que otro punto de un guión ya escrito. Agrade lo sigue intentando, pero los Roccenses en vez de verse mermados, cada vez se encuentran más fuertes. Toni ve recompensado su esfuerzo, y pone fin a la sequía con un nuevo zapatazo que envía a los de Agrade a la tumba.
Mi pregunta ahora es... ¿Puede hacerse más difícil?, en el siguiente partido lo sabremos.


La Rocco descansa la siguiente jornada, esperemos que a la vuelta podamos defender el título de Zamora de Tron, ya que está a solo 2 goles de conseguirlo.

12 marzo 2007

¡Y dicen que el chorizo repite!… Rocco 0-Tranvia 0

Parece increíble pero repetimos resultado, el tercer 0-0 en cuatro semanas, y el mismo árbitro, el de la semana pasada. Del colegiado decir que hay que reconocer que es un hombre integro, pues no cambio ni por un momento su actitud anterior… Pero, vayamos al asunto:
El sol calentaba, y no había apenas viento en el campo de tierra de la Torre. Reconocer el más difícil todavía en la cada vez más ajustada filigrana de la convocatoria Roccense. Jordi sancionado y fijo no podía aparecer, además de otras carencias entre los habituales, como Meni “el chuzas” o Diego y la cosa pintaba complicada. Éramos once contando con Eloy que casualmente pasaba por aquí y consiguió encontrar en algún baúl del desván su vieja camiseta. Carlos llegó con el partido empezado, y los relevos se sucedieron oportunamente intercalados con las lesiones en la segunda, primero Juan por Popper, luego Bouzas –sorprendentemente serio para lo que suele ser él- por Juan Vidal. Además de éstos, empezaron el partido Tron, Toni, Nano, Michi, Pippers, Ángel, y Alberto.
La primera parte, comenzó pastosa e igualada, la Rocco, con mucho más ímpetu obligó al Tranvía a rezagarse, aun así las ocasiones de gol no llegaron de forma clara. El árbitro detenía irritantemente el juego por culpa de una cierta propensión por el granate.
En nuestro campo las incursiones fueron igualmente escasas y el partido se encauzó en un cierto toma y daca con dominio de los nuestros pero en el fondo sin posibilidad de romper el cerocerismo imperante. Popper se lució con un nuevo caracoleo en la banda -que va a terminar por convertirse en algo así como las salidas de Higuita- y que en cierto modo consumó una de las acciones más desbordantes del partido.
En el descanso se percibe la pesadumbre y cierto desánimo en los roccenses, la lectura del partido es bien conocida, y en el mejor de los casos el resultado esperable adelanta el desánimo.
La segunda parte empieza con un cierto empuje roccense que se irá disolviendo ante la marabunta de pasajeros del Tranvía que no para de renovar todo su plantel. Se producen los cambios, pero el partido no parece mejorar y el Tranvía cada vez está más cerca de nuestra portería. En una jugada fortuita consiguen escurrirse entre nuestras líneas y Tron se encuentra con un mano a mano que solventa con un felino zarpazo, no obstante el rechace cae cerca de otro jugador amarillo que enchufa el gol. El árbitro lo anula por fuera de juego. Sea o no sea un acierto del colegiado, el caso es que esa jugada bien dudosa podría haber supuesto, sin demasiadas cábalas, un gol valido si el sol no le hubiese calentado la cabeza al de negro. No importa demasiado. El partido sigue y se adivina el fin. Como viene siendo habitual, aunque el partido ha sido tranquilo se produce una pequeña pelea que se resuelve como suele ser habitual, con separaciones, comentarios clásicos de apaciguamiento y una amarilla. Al poco, el pitido final, y la ducha.
Tanto Bouzas como Eloy dieron un buen nivel, teniendo en cuenta que hace tiempo que no pueden venir, y pese a tener otro aburrido empate a cero como muesca en la pistola sin balas de la Rocco, lo cierto es que se consolida la fortaleza defensiva Roccense, y sobre todo la increíble capacidad para hacer malabarismos con la alineación.

Próximo partido: ROCCO GREEN St. ADEGA A'GRADE 18-mar 11:00 SIGRÁS

08 marzo 2007

Falta de motivación. Rocco 2-Troula 1.

Parecerá extraño el titular de esta crónica teniendo en cuenta que se trata de la primera victoria en unas cuantas jornadas, y que se ha consumado contra el ex-tercer clasificado, la explicación es sencilla ¿por qué la Rocco ofrece su mejor cara en los mejores campos y con los mejores equipos? Falta de motivación.
El hijo prodigo, Iván, volvió al juego y como el Cid que dicen que gano una batalla, después de muerto, insufló ánimos a las huestes Roccenses. En tantos de estos últimos días de sequía se lo ha mencionado como esa punta de diamante que le falta a la barrena de la Rocco, ¡y cuando llega se produce la victoria!. Sin embargo no podemos obviar el hecho de que sean dos habituales, Ángel y Carlos los que marcan sendos goles en jugadas producto de un balón parado. Una cosa no quita a la otra, el fútbol es un juego de equipo y si bien un goleador brillante puede desequilibrar el partido, es el entendimiento y la armonía de todas las piezas las que hacen que la máquina funcione, y para esto, la moral es importante.
El árbitro no nos tenía aprecio, el rival no nos tenía miedo (pese al historial delictivo de la Rocco como mata gigantes). El partido empezó mal, a los diez minutos, el árbitro se inventa un penalti inexistente en mitad del acoso de los nuestros al rival. Tron adivina el tiro pero no consigue atajarlo. Los ánimos se encienden pero Troula retrasa todas sus filas, hace valer sus torres, y el ataque Roccense se estampa una y otra vez contra el muro de los tres cuartos. Saúl corre como un endemoniado para ser zapado cual esclavo huido, tres cuartos de lo mismo para Diego, que para colmo debe soportar insultos del portero, y aunque Alberto y Toni hacen lo posible por llevar arriba el balón, todo se resuelve en la esterilidad de las escaramuzas que el árbitro se anima a propiciar con faltas absurdas por desplazamientos de nuestros delanteros a tipos que les sacan 20 kilos.
Aun así la Rocco no pierde la compostura y pese a ser brutal cuando debe (y a veces cuando no debe) no duda en devolver un balón, de lo más dudoso, que se supone la Troula saco fuera por culpa de un jugador en el suelo.
La cosa sigue, y en medio del cabreo, Jordi le exhorta al arbitro, vehemente pero sin exabruptos, sobre su falta de conocimiento del reglamento, el arbitro no se para en matices y sin aviso o pausa encadena, una amarilla con otra que se trasforman en una roja del todo fuera de lugar. Mientras tanto, la dureza contra la Rocco no se ve castigada del mismo modo tajante.
La primera parte termina y comienza la segunda con tres cambios, sale Saúl y Juan V. y entran Iván y Rafa. La Troula comienza relajada pero la Rocco no tiene ganas de esperar, un gol de Ángel, les abofetea sin despertarlos de su letargo. Entra Pippers por Toni que está mareado, nuestro recuperado jugador muestra con creces que su enfermedad le ha hecho perder peso y ganar agilidad. El juego sigue, Iván está oxidado, pero un Iván oxidado sigue siendo peligroso, su control de balón exaspera a los defensas que tienen que estar pendientes de sus incorporaciones constantemente. Nuestra defensa es contundente, Nano se dedica a romper las alas de todos los pajaritos que tratan de picotear en campo ajeno, y Tron, muy seguro, se ve arropado por la defensa: sus intervenciones puntuales son muy correctas, en linea con las últimas jornadas.
Entonces llega el segundo gol, esta vez es Carlos el que cabecea sin compasión. Troula parece darse cuenta de que está perdiendo, pero el lazo está bien anudado. El cuchillo de matarife llega en una jugada personal de Alberto, se enfrenta al portero, lo regatea, y este sin balón se tira a los pies de nuestro jugador, el árbitro pita, pero el balón ha entrado ¿entonces para que pita penalti? Pero es todavía más absurdo, pita falta al portero y anula el gol. Popper, que marca al Negro de cerca, le dice con una media sonrisa “Habéis untado bien al árbitro”, el chaval sonríe nervioso. En cualquier caso, a este cronista le vale ese gol como cumplimiento de la promesa que hizo nuestro mediocampista al iniciar el partido.
Si bien, la Rocco no pudo dar los santos oleos a la difunta Troula, ésta, pese a los gritos de ánimo entre los suyos, y el buen hacer del arbitro, no es capaz de librarse del pegajoso hilo que ha tejido la Rocco. El pitido final nos llena de orgullo. La Rocco ha ganado pese a todo y contra todo.


ECOS DE SOCIEDAD: La victoria de los nuestros tira de la lengua a los protagonistas del “Abierto hasta el amanecer” de la anterior jornada, Tron acusa a Michi y a Alberto de haberle abandonado para ir al Marítimo, todos abren mucho los ojos, y luego se acaban la cerveza, a Tron le cae el gordo de la máquina tragaperras y Alberto lo niega… ¡¡¡¿dónde estás Michi?!!! Esperamos un desmentido oficial.

Proximo partido: ¡¡¡¡¡La venganza!!!!!!
CAFETERÍA TRAMWAY ROCCO GREEN St. 11-mar 10:00 TORRE TIERRA