10 noviembre 2008

Rocco 1- Brétema 1. Pudimos perder, debimos ganar :empate

El viento era inconstante y moderado para lo que suele estilarse en la Torre, la convocatoria contaba con doce y Iago, un nuevo fichaje que aún no tenía ficha.

El partido se resume diciendo que pudimos perder fácilmente a causa de dos más que probables penaltis consumados por los nuestros, que debimos ganarlo, por el acoso al contrario durante todo el encuentro y en especial durante la segunda parte, y que al final empatamos.

No es un tópico decir que la Rocco es un tanto taurina, no, por supuesto, en el sentido metafórico de poseer cornamenta, esas cosas no pasan entre nuestras filas, sino más bien en el aspecto impetuoso u homérico que diría M. Flinn en “El hombre tranquilo”, es decir, en cuanto sale al ruedo se dedica a embestir a todo lo que se mueva, aunque le claven una tras otra las banderillas.

Sin embargo, no siempre se le da bien la suerte al que pretende ser matador, la Rocco se ha llevado por delante a algunos toreros, sobre todo ilustres, y desde luego, como es el caso, en no pocas ocasiones, salimos indultados después de que los contrarios invocasen el “alea jacta est”.

En este caso, después de un acoso continuo, y en una de esas irritantes jugadas en que parece que todo el equipo se queda entumecido mirando como el balón corretea por el área, un balón despejado a medias por Álex (que lo explicó como la menos mala de las soluciones a su alcance) termino en el fondo de la red.

Como suele ocurrir, el contrario se volvió reservón, y el árbitro nos ahorró un probable e injusto 2 a 0 cuando no pito una mano de Carlos a varios metros del suelo, iluminado por un brillante rayo de sol, y la sensación de que el tiempo se detuvo un instante para que se viese bien claro.

Por suerte Prego alias el “predicador” nos mostró con una parábola, el camino. Con un simple control y rápido tiro a dos o tres metros del área rebasó al portero en un elegante chut parabólico que conmovió a los nuestros.

La segunda parte siguió por los mismos derroteros, solo que poco a poco la resistencia de los contrarios se fue diluyendo como una pastilla efervescente, mientras los incesantes ataques roccenses se malograban contra el muro invisible del nerviosismo y las ganas de llevarnos el partido.

Así acabaron las cosas, sin pena ni gloria, con regusto, de nuevo, a victoria que se escurre entre los dedos mal cerrados de la escuadra naranja y granate.

Notas de sociedad: La votación sobre la cuestión de la semana pasada continua.

Próximo partido: Pastoriza Domingo 16 a las 1200

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades Juan!!
El domingo procuraré ir a veros.
A ver si este mes veo la luz al final del tunel...
Y hay que empezar a ganar!! COJONES!!
VAMOS ROCCO!!!

Anónimo dijo...

Contar con Hanna y Jorge para el domingo.

Saludos
Hanna

Anónimo dijo...

Aupa meni! No dudo que volveras a brindarnos grandes tardes de furbol!

Muy interesante la cronica me parece verlo y sentirlo desde la lejania. Las victorias llegaran pronto a la Rocco.

Anónimo dijo...

Diego y yo vamos

Anónimo dijo...

Después de dos semanas de ausencia, debido a circunstancias familiares, estaré de nuevo presente intentando aportar algo al equipo.

Saludos, hasta el domingo - Hasta la victoria siempre !!

El Desertor dijo...

yo voy también